textos

Diccionario de fotógrafos españoles:
http://www.accioncultural.es/es/diccionario_fotografos_espa_oles

Guía de fotografía Andaluza Actual. "Stand By 012" Fundación Valentín de Madariaga, Sevilla .

Catálogo Exposición "Mappamundi". Centro Berardo, Lisboa. Texto de Guillaume Monsaingeon

http://www.elcultural.es/version_papel/ARTE/25655/Mesa_y_Marazuela_en_paralelo

http://www.elcultural.es/version_papel/ARTE/19827/Lola_Marazuela_&_Paco_Mesa/

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/cultural/2007/02/03/045.html

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/cultural/2009/06/20/030.html

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/cultural/2009/11/28/039.html 


Elena Vozmediano
El Cultural (El Mundo), 17/07/2009

Los paralelos y los meridianos son en principio líneas imaginarias concebidas por Ptolomeo en el siglo II para cartografiar la superficie terrestre mediante un sistema de coordenadas. Frente a las fronteras, más comunes en Europa, definidas por accidentes naturales, en Norteamérica, Australia, áfrica y Oriente Medio ocurrió con frecuencia que, como resultado de las colonizaciones y los tratados políticos, se impusiera la abstracción geométrica. Pero cuando se querían marcar sobre el terreno veían las dificultades. La pasada primavera vi en la Hayward Gallery de Londres una interesantísima exposición comisariada por el artista Mark Wallinger que se titulaba El juez de línea ruso: fronteras, límites y umbrales. Entre otras curiosidades incluía una serie de fotografías, fechadas en 1860, de las comisiones expedicionarias, enviadas por Canadá y Estados Unidos, para fijar su frontera común en el paralelo 49ºN. Los canadienses pretendían situar marcas en cada milla, pero los estadounidenses se conformaban con hacerlo en caminos, ríos y allí donde los accidentes naturales podían plantear dudas. Les llevó cuatro años. A Paco Mesa (Granada, 1967) y a Lola Marazuela (Segovia, 1970) les va a costar al menos otro tanto dar la vuelta al mundo a lo largo del paralelo 45º25’N, marcándolo con una placa cada 100 km como máximo. Un proyecto sobresaliente cuyas etapas americana y europea ya han cubierto. Es difícil encontrar una definición para su trabajo mejor que la que ellos mismos han formulado: "Una idea radical de dibujo, una aventura, una misión de exploración geográfica, una disciplina, una línea donde se juntan Arte y Vida". La elección de esa precisa línea es arbitraria, sólo orientada por el atractivo y la variedad de los países a recorrer; pero una vez fijado el criterio la obediencia a él debe ser absoluta para que el proyecto tenga sentido. Y debe completarse.

Se puede decir que este trabajo se apoya sobre dos grandes pilares. Por un lado, se sitúa en una tradición cultural y artística que hace del viaje una experiencia creativa; el territorio se convierte en inmenso soporte artístico en el cual tiene lugar una acción que puede no dejar un rastro material -en este caso sí- pero que tiene siempre un desarrollo espacial y una dimensión temporal más o menos dilatada. Por otro, se relaciona con las prácticas conceptuales de base fotográfica que a partir de los años 60 proponen nuevas formas de mirar y analizar la realidad circundante siguiendo de forma sistemática y secuencial reglas que unas veces tienen una intención y otras son caprichosas. 45º25’N es un plan con un doble progreso. El principal es la colocación de las placas en esta línea geodésica y su documentación fotográfica: la placa, un "panorama" del entorno y la visión probatoria de las coordenadas en el GPS. El secundario es un diario fotográfico de viaje que se centra en el paisaje humano y en la infrahistoria. Y ha tenido hasta ahora una doble presentación, en esta misma galería. A principios de 2007 se mostró una parte de la misión cumplida en Estados Unidos y Canadá. Ahora, con mejorado montaje, la correspondiente a Francia, Italia, Croacia, Serbia, Rumanía y Ucrania: 40 placas desde Grayan-L’Hôpital hasta el Estrecho de Kerch. Rara vez coincide el paralelo con una ciudad importante -Venecia- o un lugar de interés turístico: pasa casi siempre por lo que se podría calificar, en términos culturales, como terra incognita. La colocación de una placa se convierte en esos puntos hasta entonces sin relieve en un pequeño acontecimiento, en una razón de ser. Y queda allí sin más explicaciones, como un enigma, perecedero, para los habitantes del lugar.